lunes, 9 de marzo de 2015

A vueltas con el género y la génera


      Con motivo de mi reciente elección como Presidente de Mesa para las próximas elecciones autonómicas andaluzas del próximo 22 de marzo, me encontraba yo leyendo el manual que recibí hace unos días por correo y observo que casi todo está escrito en esta tesitura, podéis observarlo en la imagen. Pero si yo apenas leo los titulares de algún periódico (y no siempre), ¿cómo voy a poder leer textos que estén expresados de esa forma? Francamente me lo ponen muy difícil, y ahora yo me pregunto ¿esto es progreso o retroceso?

     No cabe duda de que esto es producto de la fiebre que nos inunda actualmente con el tema de la igualdad. Y digo fiebre porque buscamos la igualdad en aspectos donde no procede. Y yo soy el primero que aboga por la igualdad de género, faltaría más, pero esto no lo considero igualdad y ahora explicaré el por qué. Vaya por delante que no me considero una persona machista en absoluto, aunque soy consciente de que la sociedad en que vivimos (cada vez menos) sigue teniendo ramarazos de machismo contra los que tenemos que luchar indudablemente, dicho lo cual, soy lo menos machista que mi sociedad me permite (o quizás menos incluso). Espero que esto se entienda bien porque sé que puede dar lugar a malos entendidos y no quisiera.

     ¿Por qué no es eso igualdad? Pues muy sencillo, porque el idioma, en este caso el Castellano o Español (en este contexto se le puede llamar de ambas formas) tiene unas normas de escritura, tiene unas reglas, unas características y unos usos consensuados. En este idioma ocurre que cuando hay una pluralidad de personas de sexos mixtos, el género que se utiliza para referirse a dicha pluralidad coincide con el que se utiliza para referirse al masculino. Lo mismo ocurre cuando en lugar de haber una pluralidad tan solo nos referimos a una persona pero el género es indeterminado. En ese caso también se usa un género que coincide con el que se usa para referirnos a una persona de género masculino. Pero es muy fácil saber por el contexto cuándo estamos ante uno de estos casos, por tanto, al utilizar la palabra coincidente con el género masculino nos estamos refiriendo sin duda alguna también al género femenino. Esto es algo que nunca ha dado problemas de comprensión a nadie. Supongo que esto se ha hecho siempre así por el mismo motivo que en todos los idiomas se tiende a facilitar el proceso del lenguaje y la comunicación, suprimiendo en muchas ocasiones palabras que no se usan ya, que están obsoletas por cualquier motivo o dando por válidas abreviaturas y formas facilitadoras de la transmisión del mensaje.

     Ahora quisiera romper una lanza (puntual y transitoria) en favor de aquellos que siguen opinando que esto es desigualdad, machismo. En cierto modo, cabe preguntarnos... bueno, y si había que abreviar expresiones para facilitar el lenguaje, ¿por qué no se utilizó el femenino para designar a la pluralidad de personas y a personas de género desconocido? Pues sí, aquí es donde yo puedo ver un poco de machismo, pero la razón es sencilla, esto lleva muchísimos años instaurado, y por tanto, el origen de esta expresión o regla si puede verse como machista, pero en absoluto el uso que se le da hoy pienso que sea machista, forma parte de la norma del idioma. Aun así, yo acepto y respeto que a la gente le pueda resultar ofensivo a día de hoy y querer eliminar esta forma, este uso del lenguaje. Perfecto, pues las instituciones competentes, que se sienten a hablar y lleguen a un acuerdo para cambiar las reglas. En vez de hacerlo coincidir con el género masculino, se podría añadir un nuevo vocablo que abarcara ambos géneros, por ejemplo, una terminación terminada en la letra "u". En ese caso, "nosotros" se referiría a un conjunto de personas de género masculino exclusivamente, "nosotras" se referiría a un conjunto de personas de género femenino exclusivamente, y para aludir a un conjunto de personas de ambos géneros se utilizaría el vocablo "nosotrus". A mí me parece perfecto, eso sería una posible solución, pero las expresiones que veo en la imagen que muestro no me parece en absoluto la solución de nada, porque no hace más que liar la cosa, complicar la comunicación, dificultar la compresión del mensaje y encima continua siendo machista porque coloca SIEMPRE el masculino antes que el femenino. Por tanto no sirve, eso no es igualdad, es retroceso. Lo que pasa es que, como dije antes, nos inunda una fiebre por la igualdad que nos ciega y ya no sabemos dónde está el límite, no sabemos dónde procede y dónde es un absurdo, y utilizamos políticamente la bandera de la igualdad. Pues permítame que le diga que igualdad es otra cosa, eso que veo en la imagen es una putada para el lector.

     Por si fuera poco se da la circunstancia de que, como mantener ese ritmo de colocar siempre los dos géneros en todo y a lo largo de todos los textos resulta bastante difícil, no es poco frecuente ver que personas que comienzan a escribir de esta forma pronto se olvidan y al tercer párrafo ya están escribiendo otra vez "machista machista". Sin ir más lejos, lo podemos observar en el mismo manual del que he sacado la imagen.

     Por tanto ¿igualdad? por supuesto, pero igualdad real, igualdad efectiva, no de esa que sólo queda para la galería y para colgarnos medallitas y después no sirve más que para complicarnos la vida. Cambiemos ese aspecto machista del idioma y coloquemos una voz para referirnos a ambos sexos y dejemos de hacer el tonto o la tonta.